jueves, junio 24, 2010

2.0

Ha pasado un año y medio desde la última vez que escribí acá.
Probablemente no abrí esta página desde entonces.
Leo lo último que escribí y siento como si estuviera leyendo algo que escribió otra persona.
Es cierto que el mundo entero puede cambiar de la noche a la mañana, imagínense lo que puede pasar en un año y medio.
Todo lo que podía pasar, pasó. Mi vida se pegó un vuelco de proporciones. De repente, me vi soltero de nuevo. Luego de ocho años.
Ahora vivía en un departamento solo. Por primera vez en mi vida. Cuando ya había sacado pasajes sin regreso a “el resto de mi vida”, de golpe y porrazo me veía de vuelta en la soltería y de paso, en el mercado.

A veces no entendía bien qué era lo que pasaba. Me despertaba pensando dónde estaba. Otras veces bailaba solo en mi living desierto, sintiendo que la libertad y la soledad no tenían precio. Probablemente esos dos extremos eran eso: extremos.
La mayor parte del tiempo lo pasé fatal. Dejé de dormir, de comer, de reír, y luego de eso, dejé de llorar incluso.
Probé mil cosas, mil fórmulas para pasar el mal sabor de boca y avanzar. Nada resultó.
El mejor consejo que me dieron fue: Vive los días uno a uno. Has lo que quieras hacer, no escuches a nadie.
Y así es como de a poco, fui aprendiendo a aceptar lo que había pasado, a soltarle la mano a JP de una buena vez y a darme cuenta de que si bien ya no puedo hablar de un “nosotros”, puedo sí hablar de un “yo” que es sencillamente estupendo. Eso soy hoy: un tipo estupendo.

Ay frases cursis y otras que lo son incluso más. Una de esas es la que dice lo de Dios. De que este señor te abre la ventana, cuando te cerró la puerta en las narices. Cursi como tarjeta de saludo. Cierta también. Mucho.
Julius, que fue un personaje trágico, un ser atormentado, un despojo humano por…digamos…3 días; hoy ha sido bendecido con un presente tan sorpresivo como sorprendente. Y es que o uno tiene mucha suerte, o lo del karma es real, porque puta que lo pasé mal y puta que he tenido suerte últimamente.
No voy a decir que estoy pololeando, porque soy un señor de 36 (going on 37) y no quiero hacer el ridículo. Además yo ya no hago esas cosas. Tampoco tengo novios, porque no me voy a casar, aunque pudiera.
Pero si apareció alguien. Apareció con MESES de anticipación, cuando todo era enredado como un montón de cables viejos. Pero qué se le va a hacer, las cosas cuando las planeas, no resultan.
Así que en eso estoy. Viviendo la vida tranquilo y con ganas nuevas. Con un ojo siempre buscando la cámara oculta, porque de verdad que todo es demasiado perfecto, como una broma de televisión.
Qué va a pasar? No tengo idea. Así que a vivirlo nomás.

De ahí les cuento.

Jul.

miércoles, enero 07, 2009

It's Julius, bitch...

Seis meses sabáticos.
Seis meses sin escribir ni leer nada de lo que pasaba por acá.
Me encantaría decir algo bien ondero y pasado a caca, como que colapsé creativamente (porque no colapso mucho y porque no soy nada creativo), o que me saturó la presión auto impuesta por escribir y ser divertido (porque nunca me impuse escribir y porque lo divertido me sale natural), pero la pura y santa verdad, es que me daba flojera todo el temita de la actualizá. Pasaron los meses y como que ya había pasado la vieja, así que menos ganas aún.

Hasta que esas pilas recargadas que traen los años nuevos, y las ganas fantasma de hacer cosas que llegan con los calores del verano, me di cuenta que hace mucho que no escribo ni la lista del supermercado, y para qué estamos con cosas, la cosa del tecleo me gusta.

Una cosa chora, es que prácticamente todo el mundo cercano, que mantenía más o menos periódicamente actualizado un blog, ya no lo hace. Recorrer sus direcciones tiene mucho de la sensación que experimentas al visitar un pueblo fantasma (acá estoy elucubrando, porque jamás he ido a uno y es probable que nunca lo haga, que lata). Entonces, dan ganas de hablar a calzón quitado y confesar detalles sexuales de lo más cochinos o de lisa y llanamente inventar millones de cosas fantásticas y falsas, porque ya nadie te lee. Aunque no se si sea esa la idea… o si me den ganas. Total, al final uno escribe como le sale de los huevos y ya está.
Lo que quería decir, es que me siento como si me hubieran dejado solo en un mall gigante. Y puedo hacer lo que quiera.

La cosa es que no ha pasado tampoco nada TAN interesante de contar, en este semestre. O al menos no me acuerdo de nada muy drástico, decidor, dramático o divertido. Y es que este pasado 2008 fue bien raro…No me malinterpreten, porque de verdad que fue un buen año. Yo lo pasé chancho y no me pasó nada realmente malo, o al menos todo terminó bien. A lo que voy es que de alguna forma como que sentí que fue un año stand-by. Un poquito borroso y en pausa.

Y de verdad que no me pasó mucho…no me caí en la calle. No me gané ningún premio. No tuve affaires extramaritales (estuve a punto, pero NO), no me cambié de trabajo. No se derrumbó la casa. JP está estupendo. Lukas igual. Nadie se murió.

Sí me asaltaron. Puede que hasta lo haya contado ya…No, parece que no… Pero ni siquiera fue emocionante!!!! A media cuadra de la casa, caminando de vuelta del 105 tipo 2 de un sábado (vieron? Si portarse bien hace mal y trae mala suerte), medianamente puestos en vodka tónica, JP y yo nos topamos con dos flaytes y una rota bien shica y bien crespa. Muy sub 25 los “antisociales” y que pasa la billetera y el celular y la hueá. Yo me mosqueo altiro con la gente latera en la calle y me puse a forcejear con uno de los lolos, hasta que caché que a JP lo tenían muy de cushilla en el cuello. Cagamos. Porque nada mas peligroso que lanza péndex y asustado. Así que nada. Me quedé con las ganas de pegarles un par de patadas voladoras que aprendí luego de 7 temporadas de Buffy, la Cazavampiros. Y nada, que le pasé el celular, que era una antigüedad que causaba risas cada vez que yo contestaba (odio los celulares, más si tiene muchos adelantos tecnológicos. Tener un iPhone es la rotería máxima) y además les entregué mi billetera. Me sacaron 2 lucas y escuchen: ME LA DEVOLVIERON…
JP perdió el celular (bien ordinario también, hay que decirlo) y los cigarros.
PUTA EL ASALTO PENCA!!!!!!! Tírame al suelo al menos, rajémonos un poquito la ropa. Déjame pegarte un combito en el hocico al menos!!! Después me pifiai el paño sin rollo, socito.

Vieron???? Si hasta lo más emocionante de la mitad final del año fue fome.

Para este 2009 tampoco quiero hacerme muchas expectativas. No anoté la lista de propósitos de rigor, ni ningún ritual más elaborado que un buen salud con los amigos de siempre. Si el resto del año se viene medianamente parecido a eso, yo feliz.

Les cuento entonces cualquier leserita divertida que pase, vale?

Besos, abrazos y feliz 2009 para todos.

JUL.

martes, junio 10, 2008

¡¡No me golpees, llevo anteojos!!

Resulta que pasé de tener vista de lince a quedar como Grecia Colmenares en Topacio. Claro, porque en mi anterior visita al oftalmólogo te veía casi hasta el aura y ahora estoy como Björk en esa película donde lo pasaba como el ajo la pobre.
Bueno, la verdad es que exagero un poco, porque para ser fiel a la verdad, es que sólo tengo un ligero caso de astigmatismo en el azul derecho.
Lo bueno de todo es que cumplí mi sueño de toda la vida; usar anteojos ópticos.
Partí hecho unas pascuas a cotizar el adminículo que complementaría a la perfección mi look intelectual/sexy que tanto me esforzado en tener; sólo para darme cuenta que la gracia sale bien salá.
Me probé de todo: desde unos tipo Jackie O hasta unos tan onderos que hasta para mí eran un poquito mucho. Lo bueno es que cierta óptica tiene una promoción donde te hacen un descuento porcentual a tu edad. No diré cuánto descuento me hicieron, porque todos sabemos que no me cuezo precisamente en un hervor…En fin, me rebajaron HARTO.
¿Por qué será que a uno siempre le tienen que gustar las cosas más caras?
Ahí figuraba yo, con la pobre dependienta de la tienda que sacaba y sacaba modelitos para que me probara. Estaba bien atacado con la elección. Unos eran muy gruesos, otros tenían la pata muy fea. No, este es muy ordinario. ¿No pretenderás que me ponga anteojos naranjos, cierto?. No, este dice Emporio Armani GIGANTE al costado, como de futbolista cuma. De aquí a la Kamasú sólo hay un paso. No, este parece de Woddy Allen. Harry Potter. Elton John. Betty Suarez, no. OTRO, OTRO, OTRO!!!!
Y bueno, a la loca le tenía que gustar uno Diesel mega caro. Y filo, que al final me lo voy a poner en la cara, cierto? Mínimo que me desangre pagándolo.
Y la verdad es que veo todo la raja ahora. Estoy feliz y me creo la muerte.
Creo que JP los odió. En la oficina me dijeron que me veía como Bob Esponja cuando sale a cazar medusas. A mi me encantan.

No se qué habrá pasado con mi vista privilegida. ¿Habrá sido lo mucho que trabajo? (yeah., right…) ¿O una sobredosis de tele de roto?, ¿fatiga de material? ¿excesive "playing with myself"?

Bueno, la próxima vez que me vean podrán opinar con razón.

Los veo. Muy bien.

JUL.

viernes, abril 04, 2008

Acá estoy

Qué desaparecido que ando.
Pero no me ha pasado nada malo, ni pienso dejar de escribir tampoco.
He estado bien ocupado. Primero me fui de vacaciones y ahora estoy trabajando a full. Lo bueno de esto último, es que estoy con las pilas recargadas y con todas las ganas, gracias a lo primero, lógicamente.
En un principio iba a escribir algo así como “Mis Vacaciones”, esa composición mamona que te hacían hacer cuando volvías a clases. Estaba quedando espantosamente fome, así que nunca lo terminé y después la boté.
Y nada, que nos fuimos con JP a Cartagena de Indias, a un hotel all inclusive, tipo Dirty Dancing. Yo no era muy fan de la idea de ese tipo de vacaciones, se me hacía muy de viejo y de familión shulo (y que también lo es), pero el concepto “piña colada sin parar” y sólo mover un dedo para ser atendido como rey, me encantó a rabiar.
Mucho lugar impresionantemente lindo, playa, sol, snorkel, Café del Mar y comer, comer, comer (todo frito por lo demás).
De ahí nos pasamos a Ciudad de Panamá, que es un lugar de lo más particular. Como un gran mall. Todo tan ridículamente barato, que por fin pude cumplir mi sueño de sentirme como Julia Roberts en Pretty Woman, cuando va por la calle con todas las bolsas y parece ekeko.
Comí tanto (todo frito, de terror) que entre las compras incluí un libro que se llama “Las Francesas no Engordan”, que es mi nueva Biblia. Claro, si subí una tonelada en 2 semanas, lo mínimo que podía hacer era gastar 5 lucas en un libro de mina. Resultó ser, el librito en cuestión, EL descubrimiento de la vida. No por nada, ahora estoy cambiando por completo mi forma de comer y ya bajé lo que subí y sigo bajando lo que me sobraba de antes.
Estoy de lo más motivado. Me alimento como una francesa. Lo único malo es que sigo tomando como un vikingo, entonces la cosa es más lenta. Pero bueno, tampoco me voy a obsesionar con la tontera ni a seguir "a pie juntillas" lo que dicta un libro. Eso es de gente lesa.

Y eso sería. Volví, mega descansado, feliz, a trabajar, a esperar el invierno (y disfrutarlo) y sabiendo que gracias a todos los sacrificios pasados, tengo 3 semanas de vacaciones acumuladas, a usarse en cualquier momento de emergencia. ¿Chori, cierto?

Los dejo ahora, cuídense mucho y los veo pronto.

JUL.

lunes, febrero 04, 2008

...

A veces uno siente como que la vida va en cámara lenta. Todo abruma, cansa y latea.
Otras veces las cosas pasan impresionantemente rápido.
Así es como me gustan las cosas. Rápidas. Hay excepciones, claro, como las vacaciones, las películas de Almodóvar y los fines de semana. Por mi que todo eso fuera más cercano a lo eterno.
Pero no me interesa ponerme latero y hablar de percepciones temporales ni nada muy profundo, porque me aburro bastante. Me imagino cómo se aburrirían ustedes y definitivamente no es la idea.
Sólo queria decir que a veces algo te pasa en la vida y una cosa lleva a la otra; comienzan las coincidencias y las casualidades (que ya les he dicho antes; no existen) y de pronto te das cuenta que tu imaginario cotidiano tiene otra forma y nuevos ingredientes.
Todo bien si la cosa cambia para mejor. Porque lógico, si te pasa algo fatal como perder un ojo o terminar friendo papas en McDonalds porque te echaron de la pega, mejor que la vida sea monótona y ralentizada.
Lo bueno, es que lo que me lleva a escribir esto, es mega positivo.
Porque amigos míos, sin querer parecer cursi ni naive, no hay nada mejor que la amistad.
Toparte con gente linda, que te entrega cariño, que provoca que te rías más y que te hace sentir querido, es bastante impagable.
Entonces claro, coincides con alguien por ahí, te pegas un par de conversas divertidas, te das cuenta que ese alguien tiene la radio sintonizada en la misma estación (eso es una metáfora), te topas al personaje simpático hasta en la salida del teatro, pones a prueba el juego de los 6 grados de separación (y cachas que con raja hay dos) y sin saber cómo, ya tienes un amigo nuevo.
Así me gustan las cosas. Bien al grano. Sin tanto preámbulo ni trámite.

El 2008 parece que ha empezado bien para varios. Yo no me puedo quejar de nada. Al contrario.
Lo sigo pasando inmejorablemente bien, la vida se siente plena, llena de ganas y de planes. Y como si todo esto fuera poco, tengo amigo nuevo. Y yo pienso que es de los buenos. ¿Qué más se puede pedir?

Feliz cumpleaños B., te quiero un montón.

Eso.

JUL.

miércoles, enero 23, 2008

R.I.P.

Estoy bastante en shock con esto que se haya muerto Heath Ledger. ¿Cuánto tenía? ¿28?. Un niño. Un niño bien exitoso. Talentoso también.
Me acuerdo que cuando vi Brokeback Mountain me sorprendió su trabajo. Sobre todo el acento que logró, impresionante.
Guapo total. No en el sentido clásico y obvio. Pero guapo al fin y al cabo.
El lunes en la noche estaba revisando los trailers de la página de Apple. Ahí estaba Ledger; aterrador y enorme como el Guasón en el avance de The Dark Knight, la secuela de Batman Begins. Al día siguiente, muerto.

Brad Renfro pasó a mejor vida sólo unos días antes. Más joven. Más guapo. Probablemente más talentoso aún.
El pequeñín de The Client, el adolescente monstruoso de Apt Pupil, terminó sus días reventado hasta decir basta.

Britney. Miss American Dream, desde los 17. Absolutamente perdida y desquiciada a los 26.
Existe en Internet una página donde te inscribes, adivinas la fecha de la muerte de Britney y si le achuntas, te ganas una Playstation 3.

Amy Winehouse. El personaje más fascinante de los últimos tiempos. 24 años. Un look imposible, un panal de abejas en la cabeza, una voz y un talento que dan susto. Su mayor éxito se lo debe a la frasecita esa de que se la quieren llevar a rehabilitación, pero ella dice : “No, no, no”.
Dios quiera que alguien la obligue.
No me extrañaría que algún hijo de puta esté subiendo en este momento, un sitio que te ofrezca una XBox 360 si adivinas el día que Amy finalmente se meta un poquitito más de mierda por las venas.

No pretendo hablar de lo malo que son los excesos, porque es un tema bien manoseado y aburrido y nunca me han gustado las cosas muy manoseadas y las muy aburridas tampoco.
Sólo quiero decir que es triste que la gente, incluso las que no conoces más que por la pantalla o los parlantes, se desmorone así.

Talentosos. Hermosos como un Cadillac. Expuestos hasta el cansancio. Cuestionados. Perseguidos. Paparazzeados. Tergiversados. Amados. Odiados. Elevados. Derribados.

No culpo ni juzgo a ninguno. Yo no estaría mejor que ninguno de ellos si a los veintitantos me hubieras puesto millones de dólares en los bolsillos, me hubieras abierto las puertas a todo lo que hubiera querido, a cambio de mi alma, mi privacidad y mi salud mental.

La industria discográfica agoniza. El cine va para las mismas. El faranduleo en cambio, crece y crece, como la Mancha Voraz.
Y uno cae también. Y te pegas en “E News Daily” y en VH1 y revisas a diario Perezhilton.com para enterarte de lo más sucio y bizarro de Hollywoodland.
Y cada caída, cada escándalo, le da de comer a otros tantos. Que uno estire la pata por aquí, que otra se pasee ensangrentada y confundida por allá, los alimenta aún mejor. Gourmet.
Y tal vez está bien. Quizás sea válido ganarse la vida así. No lo sé.

Es una pena.
Son los hijos de alguien. Los amigos de pocos. Los padres de algunos. Las parejas de otros. Los ídolos de miles.
Son todos seres humanos.
Son todos casi niños.

Ojalá que los caballeros descansen. Esperemos que a las señoritas las ayuden.

JUL.

lunes, enero 07, 2008

Blue eyed boy


Hoy venía atrasado al trabajo. No mucho, en realidad, pero me carga llegar tarde y sobretodo los lunes. Es como de rancio. Y, believe it or not, no lo soy tanto.

Pedaleaba algo más rápido de lo normal, lo suficiente para optimizar en unos cinco minutos mi tiempo de viaje habitual.

Venía bastante concentrado (nunca se puede tener suficiente cuidado en esta ciudad si te trasladas en dos ruedas), cuando mi mirada se topó con los ojos más azules y cautivadores que recordara.

Me paré en seco, lo miré y simplemente tuve que bajarme de la bicicleta. Jamás me habían seducido así, solo con una penetrante mirada azul. Me imagino que él al comienzo se asustó, porque su cuerpo se tensó y quizás su primer instinto fue escapar. Lo bueno es que no lo hizo.

Le dije que se acercara, que no iba a hacerle nada malo. Luego de dudar unos instantes y sin jamás despegar sus ojos de los míos, se acercó a mi.

Lo tome entre mis manos y lo acerqué a mi cara.

No entiendo nada de gatos. Soy un tipo de perros. Pero por lo que aprendí luego puede que haya estado alcanzando el mes. Sus ojos eran de un azul muy intenso y puro. Como el lapislázuli o como cuando tiras la cadena por primera vez luego de haber puesto un Pato Purific en el estanque del agua. Su piel era manchada blanca con negro, como si fuera una vaca felina y diminuta.

Le hice una suerte de cuna con mi polera y me fui caminando con él, llevándolo como un canguro mientras trataba de cruzar la Pérez-Zùjovic, muy de bicicleta, mochila y gato.

Llegué tarde a la oficina y me perdí una reunión importantísima (aunque claramente ese gato era más importante que cualquier reunión)

Durante toda la mañana se dedicó a comer, obsesionarse con mis zapatos y dormir en mi hombro.

Si alguna vez leíste algunas cosas que acá también se han escrito, quizás sepas que tengo un perro. Se llama Lukas y entre las cosas que detesta, junto con el sonido de las bolsas de plástico, es a los gatos.

Por otra parte, JP me tiene bien prohibido seguir aumentando la cantidad de animales que hay en la casa. Y no hay gato, ni loro, ni tortuga ni iguana que sea la excepción.

No fue necesario ponerme a llamar a todo el mundo para enchufarle a quien fuera el gato, a como diera lugar. Ahora, cuando ya son las 17:00 hrs del día en que me topé con sus intensos ojos azules, el pequeñísimo animalito en cuestión se prepara para pasar su primera noche en su nuevo hogar; la casa de mi jefa. Que si es una mujer de gatos.

Debo reconocer que me dio un poquito de pena despedirme de él. Le di un beso en la cabeza y juraría que me lo respondió.

Es muy probable que yo tenga pulgas ahora. Me pica todo.

Soy feliz.

JUL.


Lukaselgato