Devil's Haircut

Finalmente me enamoré perdidamente de mi peluquero nuevo. Y prometo serle fiel y respetarlo por el resto de mi vida.
Y me refiero a que me encantó la forma en que trabaja, no piensen mal, que no ando por la vida enamorándome de la gente así como así.
Lo más entrete es que usa una especie de pulsera de cuero que le cubre el antebrazo completo, que tiene unas correas y unas puntas metálicas o algo así, donde él pone sus tijeras, navajas y todo tipo de adminículos capilares.
Todo era muy surrealista, yo me sentía atendido por el mismísimo Edward Scissorhands. Además que el plus que te pongan la música que quieras escuchar para el proceso del makeover, no tiene precio. Escuchamos "Playing the Angel" de Depeche Mode y los Greatest Hits de Duran Duran. Menos mal que no llevé el disco de Madonna, tal vez hubier salido rubio y de brushing...
Yo figuraba bien sentadito y entregado, mientras Erwin se paseaba alrededor mío, blandiendo a diestra y siniestra su navaja. No les voy a mentir y decirles que yo estaba de lo más relajado al principio. Ya veía que junto con mis mechones de pelo, caía al piso una de mis orejas. Y estar destinado a que por el resto de mi vida me dijeran "el taza", no me hacía ninguna gracia. Pero este hombre es un profesional absoluto y si quisiera dedicarse a lanza cuchillos de circo, seguro que sería un éxito.
Cuando recién llegué, yo iba con más de una idea para quedar igualito a Jude Law en "Alfie", pero al final pensé: "Si no he ido a la peluquería en cuatro años, lo mínimo es que me haga algo bien estrambótico"´. Así que me entregue a las manos de Erwin para que hiciera lo que quisiera con el gato tiñoso al que yo llamaba pelo y el resultado me encantó. El peinado es bastante mutante, porque con una serie de simples movimientos y algo de "producto" quedo perfecto para una reunión con algún cliente viejo y arcaico. Lo mismo que, con otra rápida maniobra, mi nuevo pelo queda de lo más estiloso, con un semi mohicano a lo Robbie Williams que hace que me vea matador (no como el Matador Salas, Dios no lo permita).

Esa misma noche nos juntamos donde Robert con Juampy y JP. Juampy nos agasajó (y emborrachó) con daiquiri de frutilla mientras ensayábamos los pasos de baile del video de Madonna para lucirnos en Melody (a mi se me inflamó el colon de tanto reírme).
Llegamos a la famosa Melody, que resultó más bonita de lo que me había imaginado, luego de rescatar a Darío que, muy perdido él, hacía la fila en la Punta Brown o alguno de esos lugares satánicos que quedan por ahí cerca.
Al final lo pasamos chancho. Hicimos los pasos de rigor como todos unos profesionales del dancin' y fuimos admirados por todos. Yo, sospecho que gracias a mi pelo, fui DEMASIADO admirado por un chiquillo que trataba de hipnotizarme (en vano, aclaremos) con sus bailes eróticos y como yo no soy nada de quedado, también le moví bastante las caderas. MALA IDEA; se me pegó como lapa y no me podía escapar. Él me cantaba "Beautiful Stranger" como si la hubieran escrito en honor mío, lo cual fue bien dije de su parte, pero eso sería y muchas gracias.
JP había desaparecido así que fingí que Darío era mi nuevo pololo celoso y él me rescató. Seguido de eso, encontré a JP que gentilmente entretenía con una amena conversación al amigo ULTRAMEGAGUAPO de la presa nocturna de Max. Espanté al adonis rápidamente, porque uno no está pintado, no señor (no debo olvidar prohibir a JP salir solo bajo ninguna circunstancia). Poco rato después de eso, la cosa se terminó.
En fin, que la fiesta fue un cagadero de risa todo el rato y lo pasamos muy bien, a pesar que el público parecía escapado del zoológico de Buin (Claudio, no te vi, no lo digo por ti, tú de todas formas estarías en el 5% de guapos del lugar)
Salimos caminando en zig-zag a buscar a chanchimóvil, en el auto de Juampy, que estaba demasiado atiborrado de gente que jamás supe quiénes eran.
Ya era tipo 5:30 de la madrugada, calculo yo. Y no se si fue porque tomé como país en guerra o porque el calor y el verano de verdad a uno le alteran las hormonas, pero tenía cero intenciones de irme a acostar. ¡Si la noche estaba empezando!
Obligué a JP a dar una vuelta en U y terminamos en el 282 (no me acuerdo de haber andado tan pasto seco en el pasado reciente).
Y claro, justo ahora,cuando la cosa se pone más entretenida, debo dejar de dar detalles. Porque ustedes comprenderán que un caballero no tiene memoria y que además esto lo lee hasta mi hermana (thank God que mi mamá y la tecnología no se llevan nada de bien). Sólo puedo decirles que mi peinado resistió estoicamente la humedad, que si antes mi número favorito era el seis, ahora lo es el tres y que si algún día llego a tener un hijo, le pondré Benjamín.

Luego de eso, con JP nos paseábamos (aún algo ebrios) y bien pasados a eucaliptus, por un desierto Jumbo, entre abuelas post misa de 9 y deportistas fanáticos, comprando provisiones para un domingo de flojera absoluta.

El próximo fin de semana, me portaré como el ángel que soy.

Cuídense mucho,

JUL.

PD: Toda exageración narcisista es sólo incluida para hacer más amena vuestra lectura, no soy tan light como sueno ni tan irresistible como Jude.