
Hace unas semanas, en la Sala Murano, una discotheque que está en la plaza San Enrique (y que su servidor pensó que jamás pisaría), una chica bailaba desenfrenadamente (exageremos y digamos que lo hacía sobre un cubo), cuando sin previo aviso, la enorme bola de espejos se soltó del techo y le cayó en plena cabeza. Afortunadamente la pobre no se despachó ahí mismo y entonces ahora uno puede contar la noticia como una anécdota bastante chistosa (no para ella, claro). En las noticias además mostraban cómo los carabineros se llevaban la bola detenida y todo eso, así que yo paraba las patas de la risa frente al televisor. Porque no me van a decir que además de lo peligroso y el dolor, las secuelas, el cuello ortopédico, etc., lo peor es la vergüenza. Imagínense que están haciéndose cambios de luces con un wachón que baila al otro extremo de la pista, el contacto visual es ardiente...audaz..sensual. Ustedes hacen gala de sus pasos de baile más rebuscados y calentones y ¡PLAF! les cae la pelota en la azotea....MAL.
Bueno, esta información la saco a relucir porque el viernes figuraba yo en la rebautizada Sala "Muramos"(*). OK, se que acabo de decir que jamás me hubiera aparecido por ese lugar, pero no me quedó otra. Max, Daniel y Tatán celebraron su cumpleaños en una mega fiesta en el VIP de este lugar y lógico, tenía que ir porque mal que mal, uno quiere a los cabros (y también porque donde me cantan bailo y no me pierdo ni bautizo de muñeca). De VIP tenía bien poco eso si, porque hasta Maura Rivera se coló (no comments) y al final todo el mundo estaba donde estábamos nosotros. Yo al principio no paraba de mirar para arriba por si acaso me caía la pelota a mi esta vez, en castigo por haberme reído de la pobre desgraciada. Afortunadamente no me cayó nada encima, aunque el dolor de cabeza de la mañana siguiente era como para pensar que me había caído el satélite chileno Fasat-Alfa, luego de recorrer el espacio como la chatarra más vergonzosa del espacio exterior.
A pesar de la música bien poco afortunada, la fiesta estuvo re buena y bailé y me reí hasta la madrugada.
Aparte de eso, mi fin de semana fue de lo más relajado. El sábado fue reunión familiar con mis suegros y toda la familia política. Yo estaba tan destruido que me dediqué a tomar coca cola, comer y "disfrutar" el espectáculo de "familia italiana gritando sin parar". La cabeza me estallaría en cualquier momento, estaba seguro y las ganas de dormir eran insoportables. De haber tenido un lápiz me habría dibujado unos ojos en los párpados para dormir piola un ratito. Pero resistí estoico hasta el final. Es que igual, a pesar de los gritos y todo, amo a la familia de JP, Lo bueno es que la cosa es recíproca. Todavía me acuerdo de la primera vez que los conocí. Yo estaba saliendo con JP hace aproximadamente 25 minutos, cuando me pidió que lo acompañara a Olmué a la despedida de su hermano que se iba de intercambio a Inglaterra. "Va a ser algo súper íntimo, sólo la familia". Yo igual estaba atacado de los nervios, pero como me tenía que hacer el lindo en esa etapa de la relación, dije que lo encontraba lo más entretenido de la tierra y partí con un enorme nudo en la guata. Una vez allá, me di cuenta que la cosa "intima" involucraba a unas 60 personas y casi me desmayé, pero aguanté la tortura, el escrutinio y las preguntas de los presentes con mi mejor cara y parece que salí airoso.
Volviendo al sábado, ni se nos ocurrió salir en la noche. Me dediqué a continuar con "Harry Potter y el Misterio del Príncipe", que por fin terminé ayer, con los ojos como poto de gallina y los mocos colgando. Necesito comenzar rápido a leer algo bien alegre y con finales felices, tipo Corín Tellado o Barbara Cartland, para pasar la amargura.
Tengo harta flojera y cero ganas de trabajar. Hoy comienzo una suerte de dieta, que sólo consiste en dejar el azúcar y el pan (estoy guatonsísimo) y también parte la cuenta regresiva para Semana Santa, momento en que me tomaré un descansito del mundo.
Besos y abrazos para todos.
JUL.
(*) la talla de Sala "Muramos" tiene copyright de Juampy, no se me ocurrió a mi.