lunes, marzo 27, 2006
Muramos
Hace unas semanas, en la Sala Murano, una discotheque que está en la plaza San Enrique (y que su servidor pensó que jamás pisaría), una chica bailaba desenfrenadamente (exageremos y digamos que lo hacía sobre un cubo), cuando sin previo aviso, la enorme bola de espejos se soltó del techo y le cayó en plena cabeza. Afortunadamente la pobre no se despachó ahí mismo y entonces ahora uno puede contar la noticia como una anécdota bastante chistosa (no para ella, claro). En las noticias además mostraban cómo los carabineros se llevaban la bola detenida y todo eso, así que yo paraba las patas de la risa frente al televisor. Porque no me van a decir que además de lo peligroso y el dolor, las secuelas, el cuello ortopédico, etc., lo peor es la vergüenza. Imagínense que están haciéndose cambios de luces con un wachón que baila al otro extremo de la pista, el contacto visual es ardiente...audaz..sensual. Ustedes hacen gala de sus pasos de baile más rebuscados y calentones y ¡PLAF! les cae la pelota en la azotea....MAL.
Bueno, esta información la saco a relucir porque el viernes figuraba yo en la rebautizada Sala "Muramos"(*). OK, se que acabo de decir que jamás me hubiera aparecido por ese lugar, pero no me quedó otra. Max, Daniel y Tatán celebraron su cumpleaños en una mega fiesta en el VIP de este lugar y lógico, tenía que ir porque mal que mal, uno quiere a los cabros (y también porque donde me cantan bailo y no me pierdo ni bautizo de muñeca). De VIP tenía bien poco eso si, porque hasta Maura Rivera se coló (no comments) y al final todo el mundo estaba donde estábamos nosotros. Yo al principio no paraba de mirar para arriba por si acaso me caía la pelota a mi esta vez, en castigo por haberme reído de la pobre desgraciada. Afortunadamente no me cayó nada encima, aunque el dolor de cabeza de la mañana siguiente era como para pensar que me había caído el satélite chileno Fasat-Alfa, luego de recorrer el espacio como la chatarra más vergonzosa del espacio exterior.
A pesar de la música bien poco afortunada, la fiesta estuvo re buena y bailé y me reí hasta la madrugada.
Aparte de eso, mi fin de semana fue de lo más relajado. El sábado fue reunión familiar con mis suegros y toda la familia política. Yo estaba tan destruido que me dediqué a tomar coca cola, comer y "disfrutar" el espectáculo de "familia italiana gritando sin parar". La cabeza me estallaría en cualquier momento, estaba seguro y las ganas de dormir eran insoportables. De haber tenido un lápiz me habría dibujado unos ojos en los párpados para dormir piola un ratito. Pero resistí estoico hasta el final. Es que igual, a pesar de los gritos y todo, amo a la familia de JP, Lo bueno es que la cosa es recíproca. Todavía me acuerdo de la primera vez que los conocí. Yo estaba saliendo con JP hace aproximadamente 25 minutos, cuando me pidió que lo acompañara a Olmué a la despedida de su hermano que se iba de intercambio a Inglaterra. "Va a ser algo súper íntimo, sólo la familia". Yo igual estaba atacado de los nervios, pero como me tenía que hacer el lindo en esa etapa de la relación, dije que lo encontraba lo más entretenido de la tierra y partí con un enorme nudo en la guata. Una vez allá, me di cuenta que la cosa "intima" involucraba a unas 60 personas y casi me desmayé, pero aguanté la tortura, el escrutinio y las preguntas de los presentes con mi mejor cara y parece que salí airoso.
Volviendo al sábado, ni se nos ocurrió salir en la noche. Me dediqué a continuar con "Harry Potter y el Misterio del Príncipe", que por fin terminé ayer, con los ojos como poto de gallina y los mocos colgando. Necesito comenzar rápido a leer algo bien alegre y con finales felices, tipo Corín Tellado o Barbara Cartland, para pasar la amargura.
Tengo harta flojera y cero ganas de trabajar. Hoy comienzo una suerte de dieta, que sólo consiste en dejar el azúcar y el pan (estoy guatonsísimo) y también parte la cuenta regresiva para Semana Santa, momento en que me tomaré un descansito del mundo.
Besos y abrazos para todos.
JUL.
(*) la talla de Sala "Muramos" tiene copyright de Juampy, no se me ocurrió a mi.
lunes, marzo 20, 2006
Reefer Madness
Mis amigos a veces me dicen Don Graf.
No me gusta que me digan Don Graf, pero como por lo general me da harto lo mismo lo que digan de mi, lo tomo con humor y no pesco mucho (soné como esa canción última de Thalía, lo se). El apodo aquel me lo gané porque soy bastante reticente al tema de las drogas. En ningún caso soy activista ni me dedico a molestar y sermonear a los demás acerca de qué se meten o no en sus respectivos cuerpos (así como también siempre espero algo de reciprocidad con mi adicción al cigarrillo).
Si estás en mi casa y te quieres fumar un caño, be my guest, que no te voy a mirar feo ni mucho menos. Ahora, si te quieres poner a jalar en mi baño...será mejor que salgas por la puerta de entrada a hacerlo a otra parte. Qué se yo, no me gusta nomás la cosa. Me da susto cómo la gente se transforma y se descontrola y bueno, por último la casa es mía y yo sabré que permito y que no.
En fin, que nunca me cierro a nada, y de más que he usado mil veces ese cliché de "en la vida hay que probar de todo, aunque sea una vez", pero la verdad que usar drogas duras o semi blandas me aterra bastante. Jamás me he metido una línea por la nariz ni tragado una estampilla del ratón Mickey para encontrarme en el cielo con Lucy y sus diamantes. Tampoco me dan ganas de probar el éxtasis ni ninguna pastillita divertida. Me da pánico que me de una reacción adversa, o un shock alérgico, o que me baje la ninfomanía sin control (que si me pasa con el copete a veces, mejor ni pensar en las consecuencias de otros estímulos).
Con la marihuana es diferente. Créanme que no fumo jamás, porque por lo general me cae pésimo. Es probable que me ponga extremadamente sensible y melancólico y me de por llorar y abrazar a la gente como si se fueran a erradicar a China para siempre. Lo otro es que me baje la paranoia extrema y jure que me van a encarcelar como al tipo de Midnight Express.
Pocas veces lo paso bien. O a veces se han mezclado experiencias diferentes, como hace un par de años con JP en un café en Ámsterdam; donde nos bajamos entre los dos un porro gigantesco que más bien parecía una corneta de cumpleaños. Yo juré que me moría y de seguro que dimos un espectáculo más que patético, porque andábamos tomados del brazo como dos abuelas porque se nos doblaban las patas y para peor nos perdimos irremediablemente y bajo una lluvia torrencial más encima. Y yo dale con el ataque de pánico y JP al borde del colapso porque pensaba que yo me iba a morir ahí mismo y no sabía cómo iba a repatriar mis restos. Fue todo muy cómico ahora que uno lo ve como anécdota, pero en el momento fue lo más pesadillesco de la vida. Lo curioso fue que luego de toda esa sobreactuación, sentados en una desierta estación de trenes nos bajó el ataque de risa y creo que sin lugar a dudas fue una de las mejores experiencias que hemos tenido juntos, por lo bizarra y por lo llena de libertad que fue.
En fin, que historias más y menos afortunadas a mi haber, no me pregunten qué mierda pasaba por mi mente el sábado cuando acepté fumar del joint que trajo Darío a la casa. Estábamos con la Dani y él, en onda pre-dance, con harta champaña en el cuerpo y yo métale piteando como si fuera el hijo perdido de Bob Marley y con diálogos del tipo "Charly García es la cagá!!" (olviden eso por favor)
Resultado: al rato me bajó una pálida satánica, con abrazo al manubrio de loza incluido y que hizo imposible que me pusiera en pie para ir a bailar. Y con las ganas que tenía, justo ahora que estaba soltero de fin de semana!!!
Tengo que dejar de hacer tonteras. Ya no estoy para estos percances adolescentes. Así que creo que definitivamente me alejaré de mis coqueteos con las sustancias ilegales. Ya tengo suficiente con mi alcoholismo en ciernes y con la cochinada que le estoy haciendo a mis pobres pulmones.
No se si me ande paseando por ahí con la gabardina de Don Graf, pero se que la próxima vez que me ofrezcan un poquito de Mary Jane, mi respuesta será: "Paso"..
lunes, marzo 13, 2006
Ouch! V2.0
Se que muchos de ustedes extrañaban la ya clásica y entrañable sección "Enfermedades y achaques de Julius", así que acá vuelve en gloria y majestad:
Tengo lumbago!!! Si, como lo oyen, lo único que me estaba faltando en mi variopinto catálogo de males físicos, reales y sicosomáticos. Tengo que agregar, eso si, que esta vez nada tiene que ver con lo hipocondríaco que me he vuelto últimamente, sino que es algo que de verdad me afecta desde hace sus buenos años, desde que era un ingenuo adolescente. Porque el lumbago NO TIENE QUE VER CON LA EDAD, es lo mismo que pasa con las canas...(yeah, right..)
Desde que empecé a trasladarme en bicicleta por la vida (para ser preciso, desde hace dos años), mis dolencias lumbares se esfumaron como por arte de magia y sólo de vez en cuando me venían ligeros dolores que se iban más rápido de lo que llegaban. Como nunca he sido bueno para los deportes y preferiría que me clavaran agujas de bambú bajo las uñas antes de meterme a un gimnasio, lo de la bicicleta ha sido un factor clave para mantenerme en forma y poder lucir el cuerpo de exposición que me gasto (saaahhh!). Mal que mal, pedalear una hora diaria hace que yo califique dentro del porcentaje de personas deportistas de este país (algo que jamás imaginé antes).
Bueno, la cosa es que ayer domingo, terminé de trabajar en el computador, me paré y...ahí quedé. Curcuncho como chanchito de tierra.
El resto del día me lo pasé a punta de guatero y drogas varias. Más tarde, cuando salí con JP a pasear a Lukas por el parque, hice todo el recorrido cojeando. La gente me miraba bastante, como si mi sex appeal aumentara con la cuasi discapacidad, hasta pensé en que tal vez podría imponer una tendencia fashion, algo así como "Cojo Chic". O tal vez me miraban con recelo porque la gente se toma muy a pecho esa tontera de que "no hay cojo bueno". Curioso eso de que algunos defectillos físicos pueden ser ultra cachondos. Y perdonen que me ponga a divagar, pero no puedo dejar de pensar en lo mucho que me gusta la cicatriz que tiene Joaquin Phoenix sobre el labio, o lo guapo que se ve Adrien Brody con esa nariz irresistiblemente enorme. también se me vino a la mente la película "Crash", no la que le arrebató el Oscar a Brokeback Mountain, sino que el film de David Cronenberg donde Elias Koteas y Rosanna Arquette se veían TAN hot con sus cicatrices y sus aparatos ortopédicos...Si, definitivamente la gente "perfecta" me carga. Viva la imperfección!
A todo esto, yo juraba que mi cicatriz de la apendicitis me iba a dejar mega mino, onda como los guapos de OZ, pero la verdad es que me carga bastante como quedó. Me acuerdo que en mi convalecencia, el bueno de Sinister me recomendó que no tomara sol porque la cicatriz se iba a hiperpigmentar. Imaginen mi cara de horror al leer tan amable consejo, porque para ese entonces yo ya había tomado más sol que Eduardo Cruz-Johnson y la vieja de "Loco por Mary" juntos. Ahora estoy a punta de aceite de emú y pronto a comprara alguna crema de baba de caracol para disimular el horripilante tajo café que tengo en la guata. Ufff, qué manera de divagar, la cagué. Este post no tiene patas ni cabeza.
Ahora estoy en la oficina, soltando chuchadas cada vez que me tengo que parar de mi escritorio y esperando que esto se me pase de una buena vez. Porque así no puedo hacer nada. No puedo salir ir a bailar, ni jugar a las sillas musicales, ni hacer sentadillas, ni participar en un grupo folclórico ruso ni griego ( y mejor ni hablemos de sexo...)
Espero estar mejor para la próxima.
Cuídense mucho y cuidado con las fuerzas mal hechas.
JUL.
Tengo lumbago!!! Si, como lo oyen, lo único que me estaba faltando en mi variopinto catálogo de males físicos, reales y sicosomáticos. Tengo que agregar, eso si, que esta vez nada tiene que ver con lo hipocondríaco que me he vuelto últimamente, sino que es algo que de verdad me afecta desde hace sus buenos años, desde que era un ingenuo adolescente. Porque el lumbago NO TIENE QUE VER CON LA EDAD, es lo mismo que pasa con las canas...(yeah, right..)
Desde que empecé a trasladarme en bicicleta por la vida (para ser preciso, desde hace dos años), mis dolencias lumbares se esfumaron como por arte de magia y sólo de vez en cuando me venían ligeros dolores que se iban más rápido de lo que llegaban. Como nunca he sido bueno para los deportes y preferiría que me clavaran agujas de bambú bajo las uñas antes de meterme a un gimnasio, lo de la bicicleta ha sido un factor clave para mantenerme en forma y poder lucir el cuerpo de exposición que me gasto (saaahhh!). Mal que mal, pedalear una hora diaria hace que yo califique dentro del porcentaje de personas deportistas de este país (algo que jamás imaginé antes).
Bueno, la cosa es que ayer domingo, terminé de trabajar en el computador, me paré y...ahí quedé. Curcuncho como chanchito de tierra.
El resto del día me lo pasé a punta de guatero y drogas varias. Más tarde, cuando salí con JP a pasear a Lukas por el parque, hice todo el recorrido cojeando. La gente me miraba bastante, como si mi sex appeal aumentara con la cuasi discapacidad, hasta pensé en que tal vez podría imponer una tendencia fashion, algo así como "Cojo Chic". O tal vez me miraban con recelo porque la gente se toma muy a pecho esa tontera de que "no hay cojo bueno". Curioso eso de que algunos defectillos físicos pueden ser ultra cachondos. Y perdonen que me ponga a divagar, pero no puedo dejar de pensar en lo mucho que me gusta la cicatriz que tiene Joaquin Phoenix sobre el labio, o lo guapo que se ve Adrien Brody con esa nariz irresistiblemente enorme. también se me vino a la mente la película "Crash", no la que le arrebató el Oscar a Brokeback Mountain, sino que el film de David Cronenberg donde Elias Koteas y Rosanna Arquette se veían TAN hot con sus cicatrices y sus aparatos ortopédicos...Si, definitivamente la gente "perfecta" me carga. Viva la imperfección!
A todo esto, yo juraba que mi cicatriz de la apendicitis me iba a dejar mega mino, onda como los guapos de OZ, pero la verdad es que me carga bastante como quedó. Me acuerdo que en mi convalecencia, el bueno de Sinister me recomendó que no tomara sol porque la cicatriz se iba a hiperpigmentar. Imaginen mi cara de horror al leer tan amable consejo, porque para ese entonces yo ya había tomado más sol que Eduardo Cruz-Johnson y la vieja de "Loco por Mary" juntos. Ahora estoy a punta de aceite de emú y pronto a comprara alguna crema de baba de caracol para disimular el horripilante tajo café que tengo en la guata. Ufff, qué manera de divagar, la cagué. Este post no tiene patas ni cabeza.
Ahora estoy en la oficina, soltando chuchadas cada vez que me tengo que parar de mi escritorio y esperando que esto se me pase de una buena vez. Porque así no puedo hacer nada. No puedo salir ir a bailar, ni jugar a las sillas musicales, ni hacer sentadillas, ni participar en un grupo folclórico ruso ni griego ( y mejor ni hablemos de sexo...)
Espero estar mejor para la próxima.
Cuídense mucho y cuidado con las fuerzas mal hechas.
JUL.
martes, marzo 07, 2006
Freaky Friday
Mis viernes no acostumbran ser tan freaks. Bueno, a veces termino en lugares de dudosa reputación o fiestas de gente rarísima, pero el comienzo de este fin de semana en particular, fue extrañísimo.
Mi hermana me sorprendió con una invitación totalmente fuera de lo común.
Pasé la noche del viernes caminando nada más y nada menos que por el Cementerio General.
Yo ignoraba que el cementerio tenía un tour nocturno, con guía experto y todo, que de miércoles a sábado, se encarga de mostrar el lado que uno no acostumbra a ver de este lugar.
A mi personalmente me encanta el cementerio. Y no es que yo sea gótico, ni un poeta romántico, ni un geek seguidor de Anne Rice. Sólo que desde chico fui con mi familia y siempre me pareció uno de los lugares más espectaculares de la ciudad. Tengo una fijación estética enfermiza con la imaginería religiosa católica y creo que viene desde que fui por primera vez al cementerio y a las iglesias antiguas del centro.
A mi parecer, el Cementerio General es la muestra más impresionante de arquitectura que tenemos a la mano, para empezar a hablar. Es también el lugar más silencioso y pacífico de Santiago. No es raro ver gente que se va para allá a leer o a estudiar. Si no lo conocen, les recomiendo visitarlo un día domingo y recorrer sus calles llenas de paz (puedes hacerlo incluso en bicicleta)
Pero claro, de noche es bastante espeluznante.
Esta cosa comenzó a las 21:30. Nuestro guía, que era el mismo al que le pagabas la entrada minutos antes, aparece vestido de túnica tipo El Monje Loco y con un maquillaje patético que hacía que se viera bien similar al Emperador de Star Wars. Yo no podía aguantar la risa, porque igual era lo máximo de la falta de respeto y demasiado kitsch para ser real. A pesar del disfraz y la tontera, el resto era bastante serio.
Por módicos $150 compras una estupenda vela, que será tu única fuente de luz durante el trayecto, que "le lleva" tumbas de presidentes de la república, personajes históricos, detalle de los mitos urbanos (y los no tan mitos también) que circulan por el lugar. Datos acerca de los talentos tras la edificación de los mausoleos más célebres, historias de fantasmas, animas que conceden deseos y todo un compendio de cultura urbana y popular.
Hay pasajes del tour que debes hacerlos con las luces (velas y linternas) apagadas, y a pesar de las risas y las tallas de los asistentes, era inevitable sentir de vez en cuando un vientecillo helado en la nuca. Al principio uno se sugestiona y cree ver sombras con el rabillo del ojo, que por lo general son producidas por la luz de la vela o se trata de uno de los CIENTOS de perros que habitan el cementerio por las noches y que son los causantes de que te asustes y grites como mujer (algo que siempre es vergonzoso).
Igual me da demasiada plancha confesarlo, pero yo juraba que estaba en el set de la incomparable Buffy, la Cazavampiros, y debo reconocer que fantaseé con la idea de que Spike se me apareciera detrás de una lápida o de patear seriamente algunos traseros vampíricos con elaboradas llaves de kung-fú que sólo se hacer en mi infantil imaginación. Claramente no se me apareció nada, lo que tampoco está tan mal, porque si estás en un lugar así, mientras menos cosas aparezcan súbitamente, mucho mejor.
La gracia cuesta la módica suma de $1.600 y la verdad es que es una alternativa más que respetable a la clásica ida al cine.
Asi que amigos, si se animan sólo entren a www.cementeriogeneral.cl y reserven al teléfono que ahí aparece. Les recomiendo los miércoles y jueves porque los grupos son más reducidos y pregunten bien cuál es el tour que corresponde a esa semana. Se alternan entre el que hice yo; "Cementerio Histórico" y "Cementerio Popular", con visitas a la tumba de Víctor Jara, patios comunes y mitos más folclóricos.
Besos y abrazos para todos, JAJAJAJAJAJA (aplicar risa de ultratumba aquí)
JUL
miércoles, marzo 01, 2006
El papel (o el pixel) aguantan todo
Desde que vino mi padre de visita por última vez a Chile, nuestra relación cambió drásticamente. Yo sabía que todo necesariamente tendría que cambiar, pero el problema era que no sabía si iba a ser para bien, o si nos íbamos a distanciar para siempre y de manera irremediable.
Cuando vino mi papá, el año pasado, a pasar unas semanas a Chile, salí del clóset. Me refiero a que salí del clóset con él, porque para qué estamos con cosas: yo ya no me acerco a un clóset, aunque me aseguren que Narnia me espera al fondo.
Contarle todo a mi papá era lo último que me faltaba por hacer. No lo había hecho antes porque no había tenido la oportunidad de conversarlo con él de manera más o menos directa. Algo así no es tema para hablarlo por teléfono.
No pretendo hacerme el canchero con ustedes. Les confieso que me moría del susto. Mi padre, o al menos la imagen que yo tenía de él, era la de un hombre huraño, algo triste y con capacidades bien limitadas al momento de demostrarte cariño. Que fuera homofóbico era una posibilidad probable. Tanto fueron mis nervios, que en un arranque de infantilismo extremo decidí ponerlo al día con mi vida de una manera aún más impersonal que el ya citado teléfono. Lo puse todo en un mail.
De seguro, cuando abrió el correo se debe haber muerto de la impresión, pero qué le vamos a hacer; la vida es así, y no puedes desvivirte por hacerle la existencia más sencilla a todo el mundo, cuando apenas puedes con la propia.
En un arranque de exhibicionismo, comparto con ustedes mi salida virtual del clóset.
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Hola Papá,
Acabo de hablar con la Pao y me contó la buena nueva. Por fin vas a poder
venir, no sabes lo mucho que he esperado volver a verte. Ni siquiera tengo
muy clara la fecha en que viniste la última vez...
Como la verdad es que no tenemos una comunicación tan fluida como
quisiéramos, las veces que conversamos tal vez no se prestan para hablar
cosas muy profundas, y quizás, como yo soy (según lo que dice todo el
mundo) taaaaan parecido a ti, es que no se me da muy bien eso de
exteriorizar mucho las cosas importantes que me pasan.
Te quise escribir este correo, porque creo que es importante contarte qué ha
sido de mi vida en estos últimos años. En unas semanas más voy a tenerte enfrente mío
y me gustaría que llegaras sabiendo algunas cosas.
Actualmente, como sabes, no vivo con mi mamá. Desde hace tres años que me
independicé, armé mi casa y vivo desde entonces con mi pareja. Hasta ahí me
imagino que todo te suena bastante bien, pero antes de que digas "hijo de
tigre", tengo que aclararte que mi pareja se llama JP.
Así es papá, no sé cómo explicártelo mejor. No es algo que me pasó de la
noche a la mañana, es algo que supe siempre. Entiendo perfectamente que esta
no sea la mejor noticia que hayas recibido últimamente y que en mayor o
menor grado, se que esto va a ser difícil de aceptar para ti. Créeme, en
todo caso, que el hecho de darme cuenta de lo que realmente soy, aceptarlo y
aprender a vivirlo con orgullo ha sido un camino largo y difícil. La parte
mas compleja de esto me la he llevado yo.
JP es un tipo buenísimo, es un año mayor que yo. Es diseñador
gráfico, es súper talentoso y tiene una muy buena pega. Lo mas importante de
todo es que me quiere, me respeta y somos felices juntos. En su momento me
costó mucho también hablar esto con mi mamá y con la Pao, pero lo hice de la
mejor forma que pude y nuestra comunicación ahora es incluso mejor que antes. A JP
lo quieren mucho.
Ahora pienso que tal vez esto te lo debí haber contado antes, pero como te
decía, nunca tuve la oportunidad ni los cojones suficientes para hacerlo. Ahora, me
parece que tu visita es el momento justo para hablarlo y por eso quería
contártelo antes de que llegaras. No quería soltarte todo en medio de una
comida familiar y que todo se transformara en una escena sacada de una
película de Woody Allen. Tampoco estaba dispuesto a ocultarte nada, porque
pasé la mayor parte de mi vida ocultándole muchas cosas a todo el mundo y
para serte franco, es algo que yo ya no hago. No veo la necesidad de vivir
adentro de un closet estrecho y oscuro. No tengo nada de qué avergonzarme y
gracias a Dios, jamás nadie a reaccionado mal con el tema. Tampoco me
gustaría que te preguntaras porqué mi mamá o la Paola nunca te contaron
nada. La respuesta es bien sencilla; no tenían por qué hacerlo. Este es un
tema personal mío y sólo yo podía contártelo.
Yo estoy feliz. De verdad, creo poder afirmar que soy muy feliz. Tengo una
relación súper estable con JP, tenemos proyectos juntos, tenemos una
historia juntos, y puedo estar orgulloso de contarte que formé mi propia
familia. Claro que no es la familia mas convencional del planeta, pero
¿quién la tiene?.
En fin, quiero que este mail sea como un "trailer" de una película para que
antes de sentarte en el cine, sepas mas o menos con lo que te vas a
encontrar. Me parece justo para ti y también para mi.
Como te decía, la familia sabe que soy gay, lo saben en mi trabajo, lo saben
mis amigos. Sólo faltaba que lo supieras tu, y bueno, ya lo sabes.
Después del clásico shock inicial, a nadie parece importarle mucho,
básicamente porque sigo siendo la misma persona que he sido siempre, sólo
que ahora soy mucho mas feliz y soy un hombre mucho mas completo.
Papá, de verdad es que ni siquiera sospecho cómo vas a tomar esto. Espero
que la vida que te ha tocado vivir, los lugares donde has podido estar y la
gente que has podido conocer, te hayan mostrado que existen formas súper
diferentes de vivir la vida. Y que por muy diferentes que éstas sean, son válidas
y respetables. Que yo sea gay hoy no es culpa mía, ni de mi mamá y por cierto
no tuya.
Espero de verdad, que puedas tomar todo esto de la mejor manera. Para mi es
sumamente importante que me conozcas completamente.
Me alegro de haber hecho esto, siento que estoy cerrando un capítulo que
tenía pendiente.
Te mando un abrazo muy grande. Te quiero mucho.
JULIUS.
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Secretamente quise que el mail no llegara a destino, que se perdiera en el ciberespacio. Quería esconder la cabeza en la arena y que se fuera esa sensación de pánico que sentí al momento de apretar "send".
Al día siguiente, una respuesta que decía "Querido Hijo" en el subject, me devolvió un poco el alma al cuerpo. Me demoré varios minutos en abrir el siguiente mail:
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Me imagino que no ha sido nada fácil contarme acerca de tu vida. Pero
quieres que te diga una cosa?
Yo lo sabia. Nadie me ha contado algo en absoluto, pero había algo, no se
que cosa, que me hacia pensar en algo semejante. Ahora, eso no cambia mi
modo de sentir hacia ti. Tu por sobre todas las cosas eres mi hijo y te sigo
queriendo igual. Solo me interesa una cosa, que seas feliz y que tengas una
vida provechosa. Eres una persona sana y de buenos sentimientos y todo el
mundo te quiere y eso habla bien de ti. Solo me preocupa la manera de pensar
de la sociedad chilena y que podría en alguna circunstancia poner en peligro
tu integridad fisica. Hijo quedate tranquilo y si quieres despues podemos
seguir conversando. Espero verte muy pronto.
Te quiero mucho como siempre
Padre de Julius.
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Unas semanas después de todo lo anterior, vi a mi papá en carne y hueso, luego de años de sólo verlo por fotos. Nos abrazamos. Sentí en su abrazo un amor enorme y además una aceptación plena.
Él no está ni cerca de ser un hombre demostrativo, mucho menos cariñoso. Pero a pesar de eso, no podría jamás dudar del lazo que nos une.
Las razones por las cuales les cuento esto son, una porque para mi fue algo muy importante y por otra parte me haría feliz saber que esto pueda ayudar a alguien a decidirse a cerrar etapas. Esta fue una historia que afortunadamente terminó muy bien y tengo claro que existen mil parecidas que desatan tragedias. Supongo que uno nunca sabe a ciencia cierta, qué consecuencias traerán nuestros actos. Sólo hay que saber tomar los riesgos, atreverse y dar ese gran paso con los padres, los amigos o quien sea importante en nuestras vidas. Es justo para ellos, es justo para ustedes.
Suerte,
JUL.
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