
Recién me acordé de algo muy extraño que soñé el fin de semana. Por lo general se me olvida lo que sueño, pero esto fue de lo más perturbador y me dejó pensando un rato.
Acababa de tener un hijo. Y no, no había sido el padre, sino que la madre. En mi sueño no era nada del otro mundo que los hombres dieran a luz, y no capté atención mundial como el filipino chanta de hace muchos años atrás, que fingió un embarazo hasta que se descubrió que probablemente sólo había comido sandía con cerveza y estaba digamos, algo "prendido". La cosa es que en el sueño yo había tenido a este hijo el día anterior, y yo me sentía de lo más bien. Afortunadamente me salté la etapa de la guata gigante, los calores y los antojos, y si bien me imagino que yo tenía los puntos de la cesárea (espero no haberlo tenido por parto natural, no veo cómo), yo estaba en pié y tenía muchas ganas de salir a carretear o algo así. JP estaba en el sueño también, y me imagino que él era el padre, aparte de mi claro...bueno yo era "la madre"...aunque también el padre...en fin, que era todo bien confuso. La cosa es que yo me acercaba a la cuna y ahí estaba mi hijo. Era precioso y estaba muy tranquilo, me acuerdo que le hice cariño en la espalda con la punta de los dedos, y me provocó mucha ternura. Pero era la ternura que me puede provocar cualquier guagua de una amiga, o de un comercial de Pampers. No quería tener un hijo, sólo quería seguir con mi vida...Ahí el sueño se comenzó a transformar en una pesadilla suave y pausada, ahogante. Desperté y luego de cerciorarme de que no tenía la cicatriz de la cesárea, me volví a tranquilizar.
No se qué significó. ¿instinto paternal? lo dudo. Nunca he sentido la necesidad de reproducirme, si de "encargar" la guagua, se entiende, pero jamás de tener un Julius pequeñito que corra por la casa...Ni siquiera el debate de si los gays deberían o no poder adoptar niños me llama mucho la atención y si alguna opinión tengo respecto al tema va más por el lado de los miles de niños que llenan orfanatos e instituciones y que nadie escoge a medida que crecen. Las parejas gays que alquilan vientres, adoptan o aspiran a hacerlo, me provocan mucha curiosidad. Curiosidad porque no entiendo el sentimiento de querer tener hijos.
También existen personas straight, hombres y mujeres a los que la idea de la paternidad les repele, por lo que también dudo que se trate de un tema de género.
Puede ser que por el hecho de tener una relación distante y sufriente con mi propio padre me haya hecho bloquear la idea. Y quién sabe si en muchos años más me venga la locura y quiera tener tantos hijos como el barón Von Trapp.
Sólo se que después de tener a mi hijo frente a mi, de tocarlo y verlo dormir, me siento más seguro que nunca de que es algo que no siento que esté en mi.
Hasta ahora, intentar que Lukas se convierta en un perro de bien, cuidar a las crías de mis peces y convertirme en el tío mas cool de la Diana, la hija de mi hermana, es lo más cerca de niños y paternidad que quiero estar.
PD: Por cierto chicas y chicos fans de Julius: El de la foto, no soy yo.