miércoles, junio 08, 2005

Fumar es un placer.

No tengo fuerza de voluntad, tengo que reconocerlo. También tengo que admitir que soy adicto al cigarrillo. Por eso decidí negociar con San Expedito y cambiar un poco las condiciones de la manda: ahora prometí dejar de fumar por VEINTE días en vez de diez , si es que la casa vuelve a nosotros, pero la promesa se hará efectiva "contra entrega del milagro"...Juro que traté con todas mis fuerzas de dejar de fumar, pero soy débil. El Cafetto estaba repleto de gente que echaba humos como chimeneas y yo intentaba aspirar el humo de segunda mano para fumar pasivamente...Yo temblaba mientras conversaba con Fer y entre una cosa y otra, la conversa sacó cigarro.
Fumo desde los 14 o 15 años. En esa época escolar un paquete de cigarros me duraba una semana, pero los años no han pasado en vano y ahora en momentos de stress o en carretes memorable, un paquete se hace humo en cosa de horas. Es cierto que a veces me siento un poco intoxicado y puedo pasar un día completo sin fumar, pero no hago más que proponerme parar, para que el mundo se me venga encima y para tener alucinaciones olfativas y visuales de sensuales cilindros de papel rellenos de aromático tabaco.
Respeto a los no fumadores, claro está. Pregunto siempre si puedo fumar en casas donde no veo ceniceros y también le pregunto a los demás si les molesta que fume mientras ellos respiran o comen. Pero hay un par de cosas que detesto: cuando una persona acepta ir a lugares donde se fuma y comienzan a aletear porque uno prende un cigarro o la gente que te mira con superioridad y te da la lata de la salud; de que por cada cigarro que fumas pierdes 12 minutos de vida, que los pobres fumadores pasivos, que la ropa se pasa a cigarro, bla bla bla. Todo eso lo se. Y no fumo porque quiera morirme, ni porque sea idiota. Simplemente fumo porque me gusta.
Algún día lo tendré que dejar, ya sea por economía familiar o por enfisemas o males similares. Pero por ahora me hace la vida un poco mas sencilla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En fin... algunas veces es difícil mantenerse firme. La voluntad traiciona y cuando uno más convencido está, surgen más cosas en el camino que te llevan a la tentación.
De todas maneras, y sin intenciones de sermonear, uno tiene claro el nivel de compromiso al que puede llegar. Lo complejo es no caer en promesas que no vamos a poder cumplir. A fin de cuentas, hay muchos compromisos que tomamos por iniciativa propia y sin ninguna presión, por lo tanto, seamos fieles a nosotros mismos.
El tema de la casa es complejo, yo soy igual, me hago ilusiones no más y las consecuencias a veces son dolorosas. Lo único que te puedo decir, es que las cosas pasan por algo y aunque te de mucha pena lo de la casa, seguramente hay otra oportunidad esperando por ustedes.
Por otra parte y para terminar, si te gusta fumar: FUMA!!!

iagoo dijo...

ooops...
sorry.... me dejare de charlas... pero menos mal no aleteo :$

Abrazo!

F.