miércoles, septiembre 14, 2005

La Mala Educación

Hoy fui a la hora de almuerzo a pagar una cuenta a Providencia.
Me fui en bicicleta, que es mi medio de transporte habitual. Porque claro, este cuerpo no se mantiene así como por arte de magia, no señor.
La cosa es que como yo ando por las veredas (pedalear por las calles en Santiago es un acto suicida), siempre me cruzo con gente (o los atropello, depende de lo atrasado que ande) y de repente, mientras pasaba en medio del mar de gente, me fijé que de diez personas que pasaban, al menos nueve andaban con cara de pocos amigos.
Entonces, se me ocurrió empezar a sonreírle a las personas. Si, parecía idiota, pero quería cachar si mi gesto le cambiaba la cara a alguien y tal vez transformarme en esa persona simpática que uno a veces ve por la calle y que te gustaría toparte más seguido.
Una viejita al ver mi sonrisa de gato de Alicia, agarró fuertemente su cartera.
Un tipo sonrió y hasta se dio vuelta (lo se porque yo lo hice también, el tipo estaba fuerte), la gran mayoría de la gente miraba para otro lado con cara de "no me mires".
En un semáforo me quedé sonriéndole a una chica de pelo bien largo. Me miró con cara de asco y levantó los hombros como queriendo decirme "QUÉ?!". ¿Por qué la gente es tan mala onda? (Más encima la gueona era fea).
Resultado de mi experimento? La gran parte de la gente tiene cara de perro en la calle y se espantan (en serio, se espantan) si alguien intenta ser mínimamente amable.
Después de que me empezara a doler la mandíbula de tanto sonreír como subnormal, paré el experimento porque me puse de mal humor (y tampoco voy a arrugarme por culpa de una ciudad amargada)
Creo firmemente que ser amable puede ayudar a tener una vida mejor. Mal que mal, sonreír y saludar es gratis. Pero hay gente que no es capaz de fingir siquiera algo de educación. Como las cajeras del Coliseo de Colón con Sebastián Elcano; cada vez que voy a comprar las saludo y JAMÁS me han contestado. Si alguna vez andan por ahí hagan la prueba, es impresionante. La única que saludaba ahora ya no trabaja ahí. Seguramente la echaron por simpática.
Por otra parte, cuando The Verve sacó el video de "Bittersweet Symphony" traté de hacer lo mismo que hacía Richard Ashcroft, es decir; caminar entre la gente y no esquivar a nadie, sólo seguir caminando lo más tieso posible y pegarle con los hombros a los que te pasaban en sentido contrario. En el video, Ashcroft no paraba jamás de caminar mientras la gente perdía el equilibrio y se caía a su paso. En cambio yo no duré ni un minuto. Nadie tuvo la mas mínima intención de hacerse a un lado y le mandaron saludos varia veces a mi mamá. Casi me caí de culo en pleno Paseo Ahumada y un flaite me echó la choreá. Hasta ahí nomás llegó mi experimento.

Que lata que la gente sea así. No voy a negar que a veces tengo malos días y me agarro con todo el mundo, pero de verdad que vivimos en una cuidad bien hostil.

Si por ahí ves a un tipo que pedalea sonriéndote, salúdalo o al menos sonríele. Seguramente voy a ser yo. Y si no soy yo, te aseguro que hacerlo va a hacer que te sientas bien.

17 comentarios:

isabelicity dijo...

Una vez estaba parada en mi auto en una esquina y llegó un gallo y dobló a toda raja y casi me choca. Mi primer pensamiento fue putear, pero en vez de eso le sonreí y el me sonrió de vuelta... mal que mal era un error y a todos nos pasa. Me fui feliz y seguro que el tipo también y desde ese entonces que trato de no andar peliando con la gente y saludar. Gracias al experimento siempre termino amiga del señor del kiosco y hasta me fian.
Es cierto que es una ciudad ultra hostil, pero los pocos que tratamos de no serlo nos reconocemos y nos saludamos, al final los otros no nos interesan.

Huracan dijo...

Santiago es MUY hostil, me llama la atencion en Nueva York como la gente sonrie te saluda y sonrie en cualquier circunstancia en que se encuentran contigo. En los ascensores, por ejemplo, en los pasillos, en la calle si las miradas se cruzan. Tal vez el único lugar donde saludar es raro es en el metro cuando va lleno. Curioso que esta ciudad con fama de cuero duro es infinitamente mas amistosa que Santiago. ¿Que nos pasa que somos tan amargados? Hay que empezar una campaña de amabilidad y sonrisas, nos subiría la calidad de vida ¡y es gratis! ¿Y si la empezamos nosotros?

Anónimo dijo...

En mi oficina me huevean porque toda la gente del edificio donde trabajo me saluda al subir al ascensor o en el lobby del edificio, eso pasa porque yo los saludo o les sonrío. Todo se hace bastante más agradable, y hasta hace que uno se sienta más querido, es divertido...

Juano dijo...

Uno se olvida de eso, sin quererlo pasa a ser uno más, anónimo e indiferente, es cierto que en otros lados son más amables, pero eso es parte de la cultura.
Ta bien! seguiré saludando y sonriendo, algún aporte saldrá de todo eso, a alguien le hará bien, al menos se que a mi me hará bien, me mejorará el humor del día.

Slds.

dixleso dijo...

no es solo eso, sino que si alguien te ve con cara sonriente se pregunta qué bicho raro te picó.
Pd. Cómo te resulta andar en bicicleta en stgo? entre los peatones y los autos, yo solo me he largado por algún parque.

Remus dijo...

Yo suelo caminar un tanto agachado y mirando el piso, más que nada por timidez. Si veo que alguien me observa o sin querer cruzo miradas con otras personas, me cohibo.
Pero cuando me dirijo a alguien (los boleteros del metro o el chofer de la micro), me gusta saludar y sonreir. Algo es algo.
Un sonriente abrazo.

Voikot dijo...

Pucha que tenis razón cabro oh! sabis que yo pienso lo mismo, de hecho tambien me encuentro tratando de ser más amable por la calle pero no hay caso, Santiago los aliena a todos, son tan fomes, necesitamos ser más amables entre nosotros.

marze pac dijo...

lo tendré presente.

Barro dijo...

Creo que tendría más ganas de ir a una fonda si pudiese esperar que me atendieran con una sonrisa.
Estoy dispuesto hasta a pagar más por el anticucho, si el trato es bueno.

Increíble que aún así la mayoría de los vendedores acá te reciben con cara de perro.
Que me disculpen los perros.

Lautaro dijo...

jejej, te imaginè como en el comerical de cocacola del tipo que sonrìe. ojalà me tope contigo algun dìa para sonreirte. :D
acà en valpo somos mas sonrientes he cachao.
bear hug,

Gonzaloieb dijo...

Hay que estar atentos entonces!
Yo traté de ser amable una vez, no me resultó... ahora no soy amable, para nada.
Saludos

Buena selección de videso, el de Cardigans si que es bueno :-)

Anónimo dijo...

gracias por el post, amoroso
no te imaginas la tremenda sonrisa que me dejaste

un abrazo grandote para tí también

introspectiva

Pavivina dijo...

Una vez en Fantasilandia le di las gracias al señor que te subía a los carros del splash...y me dijo "Usted no es de Santiago..¿verdad" En ese minuto no lo era, tenía 12 años y me dio pena...

Voikot dijo...

Como siempre Julius y sus posteos mensuales! ya pues queremos algo más!.

Mírame dijo...

nose julito, yo pienso todo lo contrario igual tu post esta re bueno, no como otros q hablan puras gueas, mira te explico porque mi misiva hacia ti:
yo soy del sur 8 osea de santiago pero vivo en el sur como hace mas de 5 años) y casi toda la gente te saluda, cachai, super buena onda la gente, pero de pura primera imprensión , anda a pedirles un consejo, a contarles tus problemas, o escuchar los suyos, anda a hablar de algo con sentido que no sea la teleserie del momento,los dias soleados, o lo que paso con la mina esta de la tele. en cambio ya bueno, el santiaguino es mas pesado de vista, onda no te va a saludar si poni una sonrisita pero si se conocen va a ser un super amigo, yo lo veo asi, el santiaguino es como es, no mas no quiere mostrar caretas y tal vez llega a ser mal educado por eso, pero el sureño es muy hipócrita te saluda con la media sonrisa te dice como tai? y le un interesa un carajo tu respuesta.
por eso yo apuesto por los santiaguinos pesados y rascas.

salutus.

Palomis dijo...

k lata k sonreir te provoque problemas, por lo menos es el campo donde tengo la suerte de vivir, la gente te saludo aun sin conocerte y por lo menos t dan una sonrisa y si no es k mas, si vas a su casa puedes salir con kilos de pan amasado.
Lastima k las viejas costumbres huasas se pierdan.
Paloma

Palomis dijo...
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