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Que lata, anoche tenía un post listo y no se que hice, pero se borró. Tenía demasiado sueño ya como para volver a escribirlo así que supongo que se perdió nomás. Ahora tengo cero inspiración porque me caigo de sueño, pero haré lo mejor que pueda.
En fin, les contaba que el sábado fue mi cumpleaños. Si, se celebró el hecho de que se cumplieran 32 años desde que llegué al planeta.
Todo partió el viernes. Con JP para los cumpleaños nos gusta saludarnos y darnos los regalos justo a las doce de la noche. Para hacer hora JP me llevó al Japón (no el país, se entiende, el restaurant). Yo nunca había ido y me encantó; sabía que era antiguo y que era el primer rastaurant japonés de Chile, pero no tenía idea que se había abierto en 1978.
Allá se nos unió Juampy y Yerko y cuando ya íbamos por nuestro último "sashimi shico", llegaron las doce y todo fue abrazos y besos. JP me dijo que me iba a dar mi regalo, pero viendo el bolso minúsculo que andaba trayendo, no me pude imaginar qué podría ser...Claramente no era el vinilo de Scissor Sisters que vi en Providencia, Ni la sexta temporada de Buffy que me falta...Si pensé que podía ser una botella de BeDelicious de Donna Karan (y qué buen regalo que hubiera sido) pero cuando rajé el papel de regalo y veo que adentro hay un iPod, casi me cagué. Lógicamente tuve que agarrar a JP a besos en pleno restaurant y hacer esfuerzos inmensos por no ponerme a llorar en pleno Japón.
De ahí nos fuimos a rematar la noche en el Vox y yo parecía idiota riéndome todo el rato. Han escuchado esa expresión "cara de cumpleaños"? bueno, esa cara tuve toda la noche. Ni Mary Rose McGill ha sonreído tanto rato seguido. Seguro que en los cientos de fotos que Juampy tomó, debo salir con cara de Guasón.
Cuando llegamos de madrugada de vuelta a la casa, tuve la tentación de pasar la noche en vela cargando mi flamante juguetito nuevo con cientos de canciones, pero al día siguiente se venía la celebración y había demasiadas cosas que hacer aún...Igual lo conecté para ver que funcionara y traspasé un par de cancioncitas...
El sábado en la noche iban a venir mis amigos a verme, así que desde temprano mi tiempo se repartió entre supermercado, cocina, aseo, recibir a mi familia en la tarde, terminar de grabar los cd's con la música, etc. Cuando empezó a llegar la gente yo ya estaba agotado, pero supongo que nadie se dio cuenta. Hasta a mi se me olvidó el cansancio después de un rato, porque no paré de bailar en toda la noche. Yo lo pasé demasiado bien, me imagino que el resto también. No me acuerdo mucho cómo ni a qué hora se fueron todos. Yo me había tomado hasta el agua del water y en un momento me dije "voy a recostarme 5 minutitos, estoy mareado" Mi próximo recuerdo es despertar ayer domingo tipo medio día, sin caña y sin ropa, convenientemente acostado y tapadito.
Me encantó mi cumpleaños.
Gracias a todos los que fueron y los que quisieron ir y no pudieron. Gracias por los regalos!!